Una amiga costurera me pasó una camiseta empezada, en una tela fina y suavísima, y me animé a terminarla.
Dejé el escote original, que tenía hilvanado un dobladillo doble. Lo fijé con puntada zigzag quebrado, que es elástica.
Rematé las sisas de la misma forma (dobladillo doble), antes de cerrar los laterales.
Me la probé de nuevo y ajusté la forma de los laterales a mi talla.
Un truco cuando os probáis ropa es hacerlo del revés y poner imperdibles para marcar los cambios y ver como quedará.
Por último, rematé el bajo con un puño en la misma tela.