Mis hijos no han sido mucho de ositos. Estos dos son muy suaves y estaban prácticamente sin usar. Han pasado por la lavadora y ahora se van a buscar otros peques para jugar.
Lo que pasa es que está refrescando. No iban a salir sin ropa, los pobres.
Nada que no se pueda arreglar con un retal de punto y un ratito de costura.
Señor Oso Número 1 lleva ahora un jersey de cuello alto, con una luna de fieltro.
Señor Oso Número 2 tiene las piernas muy largas, así que me decidí por un peto calentito.
Por supuesto, todo es fácil de poner y quitar. Listo para que manitas chiquitinas los desvistan en un momento.
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