Mi hermana me pidió una bata. Tras la maratón de mascarillas que he cosido últimamente, me pareció una costura maravillosa.
Escogimos una tela especial: es un algodón fabricado en Sóller (Mallorca) hace años, en una fábrica que cerró. Es muy tieso (recién nuevo, pensé que podría hacer origami con él), algo irregular, casi áspero al tacto, pero cuanto más la usas, más te gusta.
Los patrones japoneses tienen a menudo un aire a bata - pero de las chulas. Este libro me encanta.
La única pega que le veo es que las tallas son muy pequeñas - para mi nena es perfecto pero yo de cadera no entro en la talla más grande (mido unos 103).
Escogimos este modelo, aunque cambié las mangas y lo acorté un poco.
La tela salió de la lavadora casi igual de tiesa y bastante arrugada, pero increíblemente, solo con coserla y probarla varias veces, se ha ido aflojando y toca muchísimo mejor.
Para cortar y coser, fenomenal.
Hice vistas (como indica el patrón) para rematar el delantero y el cuello. La del cuello, la fijé con esta etiqueta.
Rematé las mangas también con vistas, pero las puse hacia fuera. Todos los pespuntes son con hilo rosa flúor.
El mérito de los ojales es de mi máquina, que los hace sola. Aquí os conté cómo miro dónde ponerlos y aquí cómo los abro.
Estos botones me encantan, con su estampado irregular. Son de La Botonería, que también cerró. Los cosí con hilo negro por si hay que recoser alguno, que no sea difícil encontrar el color.
El patrón traía un bolsillo pequeñito, pero lo cambié por 2 bolsillos grandes, rematados como las mangas. En uno de ellos puse una pequeña etiqueta.
Cosí los botones algo inclinados, porque el escote era enorme.
¿Qué os parece? Es casi como un abrigo fino vaquero, a mí me gusta mucho y he disfrutado cosiéndolo.
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