Me la perdieron en correos, ¡¡ARGH!!
La encontraron, ¡¡¡yupiiiii!!!
Y tenía unas ganas locas de meterle mano, jijiji.
En concreto, el modelo 25, Paperplane, me había gustado mucho. Decidí empezar por ahí.
Calqué la talla 128 -la más grande de este modelo-, pero mi nena ha dado un buen estirón y cuando la tuve calcada me pareció pequeña, especialmente de sisa...
Añadí unos 2cm de alto en cada hombro -sobre el patrón- (de rebote añadí a las mangas, para que siguieran igual de fruncidas) y también amplié el ancho del cuerpo.
Claro, después de tocar tanta cosa a una le da miedo que salga un churro, así que cogí una camiseta que tenía para reciclar.
No me bastaba la tela para coser todo el vestido, porque era una camiseta tirando a pequeña, así que con el cuerpo saqué el cuerpo, de una manga saqué los volantes para las mangas, y con la otra manga conseguí esos rectángulos para alargarlo un poco del bajo.
Para que no fuera tan lisa, estampé el bajo y las mangas, con pintura textil (esta es Pebeo Setacolor) y un tapón de corcho.
Uno de los fallos de añadirle de delante en lugar de hacerlo de los laterales es que no tuve en cuenta que el escote crecería.
A grandes males, grandes remedios. Amplié el escote de la espalda y le puse un lazo para sujetar-decorar.
Os dije que iba justa de esa tela, ¿no? El revés del lazo es de otro azul.
El lazo está colocado a la vez que el puño del cuello, y así de paso tapas las costuras del cuello.
Al final quedó chulísimo el experimento, lástima que no sea de mi talla. ¿Qué os parece?
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