Son unos cilindros de colores hechos a base de fécula de patata, de colores. No pasa nada si los peques los comen.
Son muy ligeros, se pueden aplastar y se les puede dar forma, se pueden cortar con tijeras, pero lo mejor de todo es que si los humedeces se pegan.
Vienen con una bayeta para que humedezcas, y mojando el tip en la bayeta puedes pegarlo a otro e ir construyendo.
Mis peques le han cogido el truco enseguida y han disfrutado. Han pegado, cortado, aplastado, construido... Han estado entretenidos muchísimo rato.
A mí también me han encantado y me he apuntado a crear animalitos.
Nos ha sorprendido y gustado mucho. Dejan volar la imaginación, son muy moldeables, se pueden pegar creando mil formas, se pueden trocear, y no nos hemos manchado ni un poco. El único pero que les veo es que no se pueden reutilizar. ¡Necesitaremos otro bote!
Pulsera montada por mi nena, sola. |
Sí que són divertits, sí.
ResponderEliminarQue graciosos! Se lo habrá pasado genial. Por cierto, voy a cerrar el blog y todas mis joyas tienen un 25% de descuento por liquidación. Pásate si te apetece :)
ResponderEliminarOstras, los había visto en alcampo pero no sabía que eran a base de fecula de patata y que no manchaban, creo que los probaremos algún día :)
ResponderEliminarLos tenemos!! Además si se comen no pasa nada...jiji. Se pueden pegar casi a cualquier sitio!! Para Navidad fui a hacer a la clase de mi niño una bola para el árbol forrando una de poliespan con esto. La verdad que entretienen. Pero si los mojan mucho se deshacen y si que manchan...
ResponderEliminarSi, si son muy recomendables!
ResponderEliminarpero atención pasado el verano, si hace mucha calor se deshidratan y se quedan más resecos y luego cuesta algo más que enganchen.
Tened precaución al guardarlos.
ah! las manchas se van en la lavadora, o al menos nosotros fuimos afortunados