Pequeños placeres

Harnecker, de Cosas de Harne, está de sorteo, y nos propone que pensemos en nuestros pequeños placeres y los plasmemos en foto, vídeo, etc.

Es la excusa perfecta para pensar en cosas agradables, y para sonreír con los de las demás.

Aquí van los míos.

Pisar las hojas secas en otoño. Este lo comparto con mi nena. Cuanto más crujiente sea la hoja, ¡mejor que mejor!

Ahora dos ya os los imagináis, pero os los explico porque no es sólo "tejer y coser".

Tejer en el coche. No en casa ni en otro lado. Es en el coche donde más me gusta tejer, aprovechando aunque sean 5 minutos para dar una vuelta a la labor.

Coser con la máquina antigua. Sí, coser con la overlock da unos acabados estupendos. Las máquinas modernas que he probado no eran ninguna maravilla, eran coser a secas.
Pero mi máquina, ohhhh mi máquina!!!
Darle al pedal de hierro, con un pie o con los dos, muchas veces descalza o con calcetines simplemente para sentir la forma del hierro.
El clic de la pieza de la canilla al ajustarla.
El recorrido del hilo al enhebrarla.
El pie tan estrecho que te deja ver por dónde coses.
La superfície / mesa tan amplia.
El tacto fresco y pesado de la máquina.
Que siempre esté a mano lista para coser.
Me encanta.

Y mi pequeño placer que disfruto a diario: cuando me tumbo en la cama y ya todos duermen, y me concentro y oigo como respira cada uno. ¡Ventajas del colecho!